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16 mayo 2020
La felicidad no es conseguir siempre lo que queremos y que las cosas sean fáciles, no es estar constantemente riendo,… La felicidad también puede estar en los momentos duros o difíciles y es algo que debemos cultivar, trabajar y proponernos, no es algo que llega. Es la serenidad de saber que estás en el camino que tú crees correcto.
Nos educan para no sufrir, para huir del dolor porque creemos que nos va a aniquilar, a terminar con nosotros; sin entender que el dolor es algo inevitable y que, a pesar de todo, puede ser constructivo. El dolor es el paso por un lugar no deseado. Otra cosa es el sufrimiento, que es cuando me instalo de una forma permanente en él. “El duelo es el pasaporte que me saca del sufrimiento, que permite que el dolor pase”.(J. Bucay).
Somos lo que somos por aquello vivido, por lo que otros dejaron en nosotros. Pero también somos lo que somos sin ninguna duda por aquello que perdimos, lo que tuvimos que dejar atrás o abandonar, por eso que ya no está. Pérdidas como muertes o renuncias, pérdidas de la ilusiones, de la libertad, de la juventud, de la salud, del poder, del trabajo, de la seguridad,… Pérdidas que hemos tenido que elaborar y que es mi responsabilidad el enriquecerme con ellas.
Podemos asumirlas y aceptarlas. Aprender, como dice Bucay, “a soltar, a dejar ir, a no aferrarse a un deseo”, entendiendo que voy a tener que aceptar, que muchas veces no podemos protegernos ni proteger a aquellos a los que queremos de los peligros, del dolor, de la muerte, que hay cosas que no pueden curarse, que hay cosas que no pueden conseguirse. Asumir que toda pérdida implica también una ganancia, a pesar de lo dura que nos pueda resultar, un crecimiento personal, un aprendizaje por el proceso vivido, por el duelo, por el dejar ir,… Porque lo vivido, las emociones experimentadas, nuestros duelos, son los que nos hacen ser como somos, nos hacen ser nosotros mismos.
Entender y aceptar que el mundo cambia, que no es como yo quiero o como a mí me gustaría, es también elaborar un duelo y una necesidad para poder seguir adelante. Las cosas son lo que son, como decía Buda, resistirme sólo genera en mí sufrimiento. La felicidad depende de que puedas adaptarte a las circunstancias y a cómo ocurran. Si tu felicidad depende de que las cosas ocurran como tú deseas que ocurran entonces pocas veces serás feliz, porque es imposible que todo ocurra tal y como lo deseamos.
No se trata de renunciar a lo que deseamos, sino a la necesidad de tenerlo para ser felices. Ser feliz aquí y ahora, conectando con el presente, aprendiendo a vivirlo intensamente y dejando al margen los anhelos del futuro.
Ser feliz además de un derecho es también una obligación personal.
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Fuente: Jorge Bucay
Tags: afrontar, crecimiento personal, decir adiós, Duelo, felicidad, plenitud, psicología, ser feliz, tiempos difíciles