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8 mayo 2019
Todavía a día de hoy, son muchas las personas que a pesar de estar sufriendo y con problemas emocionales de muy diversa índole, como depresión, ansiedad, miedos, baja autoestima,… se resisten a dar el paso de consultar a un/a profesional de la Psicología (mucho menos a un/a sexólogo/a). A diferencia de otros muchos países, en el nuestro, todavía, no es algo que esté completamente normalizado, en especial en la población adulta y madura. Si bien es cierto que también hay personas que, aun sintiendo ese temor, se deciden a consultar y ponerse manos a la obra para solucionarlo. Aún, por desgracia, son las menos y, como decimos, son muchas en las cuales los prejuicios o ideas equivocadas sobre el profesional o el propio tratamiento hacen que se resistan a consultar o, ni tan siquiera, a planteárselo cuando realmente lo necesitan.
Las “razones” para no dar el paso son muchas: desde el típico “yo no estoy loco/a” o “esto ya lo puedo arreglar yo”, “yo no voy a ir a contarle mi vida a alguien que no conozco de nada”, “para ir a hablar, ya hablo con un/a amigo/a”, etc. Detrás de todo esto suele estar el miedo, el desconocimiento, los mitos y las propias resistencias de la persona.
Por suerte, muchas ya sabemos que consultar a un/a psicólogo/a no tiene nada que ver ni con la locura, ni con la propia capacidad para gestionar los problemas o ser autosuficiente, sino que precisamente es todo lo contrario. En realidad, pedir ayuda a un/a profesional cuando lo necesitamos, es lo más cuerdo, maduro y razonable que podemos hacer.
Lo mismo que acudimos a un médico cuando estamos enfermos, si necesitamos de los conocimientos o la experiencia de otra persona, en el caso de la Psicología, cuando nos encontramos mal emocionalmente, acudir al/la Psicólogo/a es el paso lógico a seguir.
Puedes preguntar a personas de confianza para que te recomienden a algún profesional o buscar por tu cuenta, sabiendo que es importante que sientas que puedes confiar en esa persona con la que vas a trabajar en tu bienestar y desarrollo emocional.
Puedes tardar días, semanas e incluso meses antes de decidirte a tomar esta decisión y consultar. Es normal tener miedo o dudas al principio, es algo nuevo; pero sin duda, si es una decisión meditada y tomada libremente sin que sea fruto de la presión que puedo sentir desde fuera, con el convencimiento de que realmente estoy dispuesto/a a hacer el esfuerzo que requiera, entonces, sin duda, voy por el camino adecuado.
Y no queremos terminar sin decir, que aunque lo más usual es consultar cuando nos encontramos en situaciones de crisis emocional, ir al/la psicólogo/a es algo que podríamos y “deberíamos“ hacer, también en otros momentos no tan difíciles y problemáticos, como una forma de trabajar y mejorar nuestra calidad de vida emocional y por lo tanto nuestro estado de satisfacción y bienestar general.
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Tags: ayuda psicológica, consultar, ir al psicólogo, terapia