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1 octubre 2024
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El contacto físico es vital desde el nacimiento, si no antes. La conciencia corporal se crea mediante la estimulación del cuerpo. El contacto físico los primeros años de vida al alimentar, bañar y atender al bebe y en la niñez, condiciona más tarde la relación que tenemos con nuestro cuerpo, como nos cuidamos y como nos relacionamos íntimamente.
Son poco los padres que enseñan a sus hijos a querer su cuerpo y a respetar y entender las necesidades que éste tiene. La actitud que ellos tienen frente a su propio cuerpo enseña a los hijos a sentir el suyo y vivir su sexualidad de una manera positiva.
Si los padres se sienten bien con su cuerpo, expresan sus sentimientos de forma espontanea y adecuada, permiten de una manera natural y abierta que los hijos exploren su cuerpo y sus funciones fisiológicas, es muy probable que los hijos tengan una imagen positiva y segura de su propio cuerpo y se sientan cómodos con sus instintos sexuales.
Alexander Lowen dice que “un cuerpo está abandonado cuando se convierte en una fuente de dolor y humillación en vez de una fuente de placer y orgullo”.
Muchas personas influenciadas por estas actitudes negativas de nuestros progenitores y en muchos casos además por los medios de comunicación, redes sociales…comparan su cuerpo con el de los demás y cuando creen esa mentira del cuerpo perfecto sin prestar atención a su singularidad, puede dar lugar a crecer con una imagen negativa, inadecuada e incómoda de él. Rechazándolo a este y su sexualidad.
Al aprender a liberar nuestro cuerpo y eliminar nuestros condicionamientos requiere tiempo y voluntad de cambio.
A veces decimos que queremos cambiar, pero inconscientemente nos resistimos a ello. Por eso es necesario ser consciente de nuestras resistencias ocultas, explorarlas para poder llevar a cabo un verdadero cambio.
En ocasiones podemos necesitar el apoyo de un profesional que nos guie en este objetivo. No dudes en pedirlo y poder disfrutar de tu propio cuerpo.
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