autoestimulación y placer

Masturbación. Sus mitos y lo que dice la investigación.

Posted on 24 junio 2020

La autoestimulación, es el nombre que se aplica desde la sexología a la masturbación.  Ya que el término “masturbación” tiene connotaciones religiosas. También se le puede denominar autoerotismo.

La masturbación también se conoce como onanismo; palabra derivada de “Onán”, personaje de la Biblia, el cual, tras la muerte de su hermano mayor y de acuerdo con la ley judía, tenía que casarse con la viuda y si tenía un hijo éste sería atribuido no a él, sino a su hermano. Como Onán derramaba o desperdiciaba su semen para que no hubiera un embarazo y no lo empleaba para procrear Dios decidió matar a Onán por estas acciones.

A lo largo de la historia la autoestimulación ha sido vista de muchas y muy diferentes maneras:

El cristianismo que la considera pecado y la condena como cualquier tipo de práctica sexual que no tenga como finalidad la procreación.  Santo Tomas de Aquino la consideraba un vicio antinatural, pecados de lujuria, y para él era más grave aún que los considerados como pecados naturales, tales como la violación, el adulterio o el incesto.

Galeno, médico griego del siglo II dC, consideraba la masturbación como algo podríamos decir terapéutico, era la manera de liberarse del exceso de esperma, y por lo tanto era algo encaminado a la salud del cuerpo, lo recomendaba también para las mujeres.

Durante la Edad Media, era considerada como un pecado que iba en contra de la ley de Dios.

Desde el siglo XVII al XX, la masturbación fue tratada por distintos autores, de Tissot a Freud, como si fuera una enfermedad y un elemento desencadenante de distintos trastornos tales como ceguera, calvicie, acné,… y hasta locura.

El médico suizo de gran prestigio, llamado Tissot, en su disertación titulada “El onanismo”, la cual trataba sobre la enfermedad producida por la masturbación y que se convirtió en un best- seller de la época., hablaba de los trastornos que producía y decía que llegaba a hacer perder la vitalidad y la salud, incluso hablaba de un síndrome postmasturbatorio donde aparecen calambres, convulsiones, ataques epilépticos,…

El clero acogió con entusiasmo sus aportaciones ya que el miedo a esas consecuencias terrenales era mucho mayor para los feligreses que la condena eterna e infernal que proclamaba la iglesia.

Sobre la masturbación hay muchos y muy variados mitos o creencias erróneas. Algunas de ellas son:

  • Solo los que no tienen pareja o están aislados… se masturban.
  • Los deportistas no deben masturbarse.
  • La masturbación es cosa de chicos, las chicas no lo hacen o no lo necesitan. Las que lo hacen son “viciosas”.
  • Causa muy diversos tipos de enfermedades y trastornos.
  • Puede generar masturbaciones compulsivas.
  • La masturbación es un sustituto de otro tipo de relaciones.
  • Tiene un efecto negativo en la respuesta sexual.
  • Los orgasmos producidos por la masturbación son de peor calidad que los conseguidos en un coito.

Hay diversas definiciones sobre ella, pero una de las más aceptadas es la de Master, Johnson y Kolodny: Toda forma de autoplacer sexual obtenido mediante cualquier tipo de estimulación física directa. Por cierto, que el trabajo de estos autores ha tenido una gran influencia en el concepto actual de sexualidad, así como en el desarrollo de tareas de terapia encaminadas a resolver las dificultades sexuales, y que vieron la masturbación como una forma saludable de mantener la función sexual y que la utilizaron como recurso dentro de la terapia.

La masturbación es una conducta sexual bastante frecuente y no exclusiva de la raza humana, pues se ha observado que gran parte de los mamíferos se masturban; entre ellos: el delfín, primates, perros, gatos…

La ciencia actual, gracias al conocimiento y la investigación, considera que la masturbación es normal, saludable y beneficiosa.

Entre otros beneficiosos sobre la salud se encuentran:

  • Reduce el estrés y en general las tensiones fisiológicas y psicológicas.
  • Mejora el insomnio.
  • Alivia los dolores de cabeza.
  • Protege del cáncer de próstata.
  • Disminuye los síntomas del síndrome de las piernas inquietas.
  • Suaviza el llamado síndrome premenstrual y menstrual y la congestión pélvica.
  • Incrementa la capacidad de explorar y aprender acerca del propio erotismo.
  • Facilita el conocimiento y la vivencia positiva del cuerpo como fuente de placer.
  • Produce un efecto positivo sobre el desarrollo físico y psicosexual.
  • Mantiene a los genitales en buen funcionamiento.

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