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9 septiembre 2019
La terapia sexual es una alternativa para todas aquellas personas y /o parejas que estén viviendo un momento de dificultad en su sexualidad y que esto les genera sufrimiento, ansiedad, rechazo o evitación de las relaciones sexuales, frustración, inseguridad…
La sexualidad debemos entenderla desde múltiples facetas o dimensiones (psicológica, biológica o fisiológica, social o relacional….), las cuales interaccionan unas con otras y son origen de múltiples dificultades sexuales.
A veces se hace muy complicado poder pedir ayuda en determinados ámbitos y es quizás, en el de la sexualidad en uno de los que más. Vergüenza, miedos, desconocimiento de la posible forma de trabajo, ya lo resolveremos nosotros, o ya se resolverá por sí mismo…. son algunos de los argumentos que manejamos, que hacen que nos resulte complicado poder consultar cuando tenemos esta problemática.
En terapia sexual existe una amalgama de procedimientos y técnicas desde las psicoanalíticas, las procedentes de terapia de pareja, de modificación de conducta, las técnicas eróticas,… las cuales están perfectamente documentadas, son necesarias conocer y manejar por el profesional que trabaje en este campo y que permiten solucionar problemáticas relacionadas con nuestra sexualidad, desde: la falta de deseo, problemas de erección, control de eyaculación, falta de orgasmo….
Las relaciones sexuales satisfactorias requieren un estado emocional sosegado y el abandono a la experiencia erótica, cualquier factor emocional o cognitivo les influye de una manera determinante.
La ansiedad y la preocupación obsesiva por el rendimiento sexual, las inseguridades personales (baja autoestima…), la falta de comunicación sexual con la pareja, la angustia causada por ideas equivocadas sobre las relaciones sexuales (mitos desinformación)… suelen ser las causas principales de las dificultades sexuales. Y la intervención puede ir desde la educación o información sexual, las recomendaciones de tareas eróticas, hasta una terapia sexual o un tratamiento psicológico dirigido a conflictos más profundos.
Se han considerado una serie de aspectos psicológicos que son indicadores o relevantes a la hora de poder aparecer una dificultad en la sexualidad (Fairburn y cols, tomado del libro de Labrador: “Disfunciones sexuales”); los siguientes:
-Ansiedad de ejecución.
-Ignorancia y errores sexuales.
-Dificultad en la relación de pareja.
-Baja autoestima.
-Actitud negativa en relación al sexo.
-Circunstancias adversas (económicas, familiares, sociales, ambientales, etc).
Puede decirse que la falta de educación sexual o una educación inadecuada facilita la aparición y mantenimiento de las dificultades sexuales y, si a esto le unimos el que haya una escasa comunicación con la pareja o una desconfianza, entonces el problema se agravará y se hará cada vez más difícil poder solucionarlo.
De las personas que presentan problemas sexuales sólo una tercera parte aproximadamente busca ayuda en los/as profesionales. Y estas dificultades sexuales, sin embargo, son bastante frecuentes tanto en hombres como en mujeres. Y los tratamientos basados en tareas eróticas han demostrado ser efectivos a la hora de solucionar estas dificultades.
La problemática más presente en mujeres suele ser la ausencia de deseo sexual y el no poder alcanzar el orgasmo, y en hombres los problemas de erección y la falta de control sobre su eyaculación. Tanto en unos como en otros, la intervención con terapia sexual ha demostrado su eficacia a la hora de solucionar estas dificultades.
Los modelos de sexualidad imperantes también tienen mucho que ver con la aparición de dificultades en nuestra sexualidad. Una sexualidad muy marcada por el aspecto del rendimiento genital y centrada en los genitales en general, en la penetración y el orgasmo, hace que vivamos la sexualidad de una forma muy limitada y exigente que facilita la aparición de ansiedad y de múltiples problemas sexuales.
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Tags: dificultades sexuales, disfunciones, problemas sexuales, Sexualidad, terapia sexual