COUNSELLING, O LA RELACIÓN DE AYUDA (parte 1).
Posted on 11 abril 2021
A lo largo de nuestra vida las personas vamos atravesando situaciones y momentos más o menos difíciles (enfermedades, pérdidas, de seres queridos, desempleo, rupturas,…) y superándolos gracias a nuestras habilidades y/o recursos. Pero otras veces necesitamos el apoyo y la ayuda de otros, cuando por nosotros mismos no disponemos de las herramientas o recursos suficientes o necesarios para solucionar esa crisis.
Según Carl Rogers, precursor de la Psicología Humanista, la relación de ayuda “es una relación intensa hecha de aceptación, respeto y empatía. Se persigue que la persona ayudada entre en contacto con sus propios sentimientos, pueda expresarlos y ganar confianza en sí misma”.
Quizás en el momento actual, en la sociedad en la que vivimos, con los mensajes que se nos mandan y los valores imperantes en ella, se hace difícil entender qué es realmente una relación de ayuda.
Nos encontramos por un lado:
Que nos mandan mensajes donde nos dicen que tenemos que ser fuertes y autónomos/as y resolver por nosotros/as mismos/as, sin ayuda de los demás (especialmente si es la de un profesional), los problemas y dificultades que nos encontramos en la vida como signo de capacidad y fortaleza personal.
Por el contrario, esperamos que al solicitar ayuda a un profesional éste tenga la clave o solución mágica para resolvernos todos nuestros problemas; al igual que cuando vamos al médico y nos hace el diagnóstico, receta y cura, siendo nosotros/as la parte pasiva o paciente.
Sin embargo, ninguna de estas dos posturas tiene cabida en una verdadera relación de ayuda.
En realidad, la ayuda viene a ser «toda relación en la que al menos una de las partes intenta promover en la otra el crecimiento, el desarrollo, la maduración y la capacidad de funcionar mejor y afrontar la vida de manera más adecuada».
Lo que produce que la ayuda sea efectiva es el hecho de que se establece una relación de autenticidad y comprensión, y no porque el profesional tenga la varita mágica o la solución milagrosa.
Ayudar, más que solucionar, es promover y facilitar, creando condiciones adecuadas para que la persona que se encuentre en momentos de crisis personal, gracias al apoyo profesional pueda acceder a sus propios recursos, a ser más consciente de sus necesidades, sentimientos y adquirir destrezas para poder adaptarse mejor a las situaciones vitales siendo protagonista y no víctima.
Todo esto le llevará, a que sea ella misma, la que pueda gestionar sus conflictos emocionales. Pero por supuesto, tiene que haber un compromiso por parte de esa persona para el cambio.
Todos/as podemos resolver nuestros problemas y llegar a comprendernos a nosotros mismos en un clima de aceptación.
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Tags: ayuda, consuelling, encuentro, relación de ayuda, relación terapéutica
