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14 diciembre 2021
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Todas las parejas establecen una serie de normas, acuerdos y limites; unas veces de forma consciente o explicita y otras de un forma más implícita o inconsciente.
Cada uno de nosotros interiorizamos unos modelos de actuación y pensamiento a través de la experiencia personal, la experiencia que observamos en otros, a través de los modelos que nos ofrecen otros como nuestros padres, la televisión,… y con ello vamos conformando nuestras ideas, creencias, esquemas,… de cómo tiene que “funcionar” una pareja y actuamos en base a ellos.
Los roles y los valores, también influyen sin duda, como los de género (qué se espera de un hombre o de una mujer), los familiares (qué se espera de una hija, de un padre,…) y sociales (qué se espera de un amigo, de una pareja,…).
Las formas en la que cada uno de nosotros vivenciamos estos aspectos pueden dar lugar a discusiones y conflictos, dificultades en la comunicación y entendimiento, donde a veces se hace necesaria la ayuda e intervención de un profesional para poder restablecer “la paz” en la convivencia y la comprensión del otro miembro.
Las causas más frecuentes donde aparecen conflictos en pareja suelen estar relacionadas con:
Los problemas de comunicación. Los mensajes que se emiten o la interpretación que se hacen de los recibidos suelen ser inadecuadas, lo que lleva a continuas discusiones, enfados, y situaciones desagradables, incluso pueden llegar a poner fin a la relación si estos se alargan mucho en el tiempo. Esto, unido a un alto intercambio de interacciones desagradables o aversivas (criticas, reproches, correcciones,…) y una baja tasa de intercambio reforzarte o agradable (caricias, cumplidos,…), termina por hacernos sentir insatisfechos y plantearnos si merece la pena continuar con la relación.
Los problemas de convivencia. Suelen aparecer bien al principio de la convivencia donde es necesario ajustes y establecimientos de límites, reglas,… o en las situaciones donde ya se convive por motivos de reparto de tareas, compras, limpieza, cuidado de los niños o por los gastos relativos a la vivienda,… o gastos personales.
Problemas laborales o desempleo. También suele ser un tipo de situación que, por facilitar la aparición de problemas de estrés, depresivos o estados ansiosos, puede terminar por pasar factura a la relación.
La Jubilación. El Nido vacío. Estas situaciones suelen ser también motivo de dificultades en la relación e incluso crisis personales, ya que suponen un cambio en las rutinas y mucho tiempo libre que, a veces, no se sabe en qué emplear. Muchas veces se necesita una reestructuración en los roles y los tiempos de la pareja.
La aparición de una enfermedad. Convivir con la enfermedad, especialmente cuando esta es grave, crónica, especialmente deteriorante,… puede llevarnos a enfrentarnos a elevados niveles de frustración, rabia, cansancio, etc. que no siempre son fáciles de manejar ni gestionar ni en nosotros mismos ni en el otro.
El nacimiento de un/a hijo/a suele ser también una etapa de cambios y a veces de no pocos momentos de estrés y ansiedad. Todas las novedades, el cansancio por no dormir bien, dejar de tener tiempo para nosotros,… puede llevarnos a situaciones donde reaccionamos de manera más negativa, con menos paciencia…
Las familias de origen pueden ser un motivo de conflicto frecuente y a veces complejo. Suegros que opinan o dirigen más de lo necesario, hermanos que malmeten, cuñados que se entrometen,… Conflictos donde muchas veces es difícil no posicionarte y donde hacerlo va a suponer problemas con alguien a quien queremos y que nos va a doler.
Los amigos. No todas las parejas entienden que los tiempos por separado son importantes para el buen clima y enriquecimiento de la relación. Conciliar entre la vida de pareja, la familiar y los amigos no es que sea fácil pero sí necesario.
Las aficiones y ocio. Realizar actividades para el entretenimiento y la diversión. Es positivo tener espacios para compartir en pareja sin hijos, ni amigos. Pero también espacios para disfrutar juntos con otras personas e individualmente.
La ayuda de un profesional en estas y otras situaciones problemáticas de pareja puede facilitarnos herramientas para mejorar nuestra comunicación, el poder entender al otro o a nosotros mismos,… De manera que contar con una apreciación profesional puede ser una ayuda no sólo en el momento presente, sino que nos servirá sin duda también para aquellas situaciones que puedan surgirnos en el futuro.
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Tags: pareja, problemas de pareja, terapia de pareja, vida en pareja